Si alguno de vosotros ha visto la película "Buscando a Amy" sabrá de donde proviene el título de esta entrada.
Son muchos los dibujantes con los que me encuentro que no tienen ni idea de por donde empezar cuando se trata de entintar un dibujo porque nunca han tenido que enfrentarse a ese desafío. Yo no es que sea un gran entintador, pero creo que puedo arrojar algo de luz sobre el tema para que los más interesados empiecen a practicar si el cuerpo se lo pide y que los aficionados no-artistas que leen este blog sepan un poco más de este mundillo.
Además es mi intención huir del tópico de que todo el mérito es del dibujante y que el que pone la tinta solo debe preocuparse de repasar la línea (como sucede en la citada película). Odio los tópicos y los generalismos. Sobretodo los tópicos peyorativos que no son ciertos.
Los que dibujamos estamos concienciados de esto. Lo vemos como algo que es de cajón. Pero la figura del entintador (a veces el mismo dibujante, a veces una persona designada para ello) se traduce en algo más que repasar el lápiz con una línea negra reproducible en imprenta. Si: Estamos de acuerdo en que la línea tiene esa función vital de que el dibujo sea reproducible, pero lo cierto es que hoy en día los medios de digitalización han mejorado tanto que hay algunos autores que pueden publicar sin necesidad de entintar; como Adam Warren o Michael Turner (descanse en paz).
NOTA: Iba a incluir algunos dibujos de Michael Turner. Pero vale más la pena que le echéis un ojo a todos los que hay en este enlace. Casi todos (por no decir todos) están coloreador directamente sin entintar. http://www.google.es/images?um=1&hl=es&biw=1219&bih=750&tbs=isch%3A1&sa=1&q=michael+turner&aq=2&aqi=g10&aql=&oq=michael+t&gs_rfai=
"Empowered" de Adam Warren
Así que...si hoy en día pueden reproducirse los lápices directamente...¿para que sirve entonces el entintador? Pues para empezar, si alguien quiere publicar directamente a lápiz, deberá ser enfermizamente pulcro. Porque lo más normal es que cuando dibujas, a base de borrones y de pasar el brazo sobre el papel al deslizar el lápiz la página quede algo sucia y deteriorada. No en exceso, pero si lo suficiente para que no pueda reproducirse tal cual o tendremos la sensación de estar leyendo un comic manchado.
Además, si alguien quiere publicar directamente a lápiz, deberá ser un excelente dibujante de los que se equivocan poco. Porque lo más normal es que un dibujante haga primero el esbozo de la viñeta que está dibujando y a partir de ahí lo termine de dibujar bien. Por lo que las líneas del esbozo que están debajo del dibujo definitivo van fuera. Si nuestras páginas van a tinta (lo normal) en cuanto el dibujo esté entintado, al borrar el lápiz definitivo también se borrarán las líneas de esbozo que son útiles cuando empiezas el dibujo pero que deben ir fuera del dibujo definitivo. También se puede entintar en una hoja aparte colocándola encima de la hoja a lápiz viendo a través de ella gracias a una mesa de luz.
Lo que quiere decir esto es, que si quieres publicar directamente a lápiz, no se admiten muchas líneas de boceto porque luego tendrás que borrarlas sin borrar las líneas del lápiz definitivo.
Esta es una de las finalidades de la tinta. Pero lo cierto es que va mucho más allá. Las líneas de tinta varían de grosor. Y en función del grosor que tenga cada línea, entenderemos el dibujo y sus volúmenes de una manera o de otra.
Hay MILES de formas de entintar. Pero los patrones más básicos son que los objetos o personas que estén más cerca del lector se entintan con líneas más gruesas y los que estén más lejos, con líneas más finas. La verdad es que la base es sencilla.
(Sin City, de Frank Miller. Un ejemplo de una manera de entintar alternativa a la habitual: Jugando con el contraste de blanco y negro centrándose en representar la imagen y las figuras, independientemente de si están cerca o lejos)
Sin embargo, a la hora de ponerla en práctica pueden surgir complicaciones. Para empezar que, a menudo, uno está tan metido en la página que inconscientemente lo que quiere es acabar y se corre el peligro de hacer una tinta sencilla en la que todas las líneas son muy parecidas. O también, que como hacemos más fuerza con la plumilla (si entintas con plumilla) para las líneas más gruesas uno, de nuevo inconscientemente, piensa que está haciendo un grosor de línea muy distinto entre objetos cercanos y lejanos cuando en verdad son de un grosor muy poco diferente entre sí. Así que cuidado con eso. Hay que tener la suficiente perspectiva para saber parar, alejarse de la página y comprobar lo que estamos haciendo realmente. Un mal entintado estropea un buen dibujo.
Lograr un buen entintado, de los que quedan profesionales es muy complicado. Yo todavía me estoy peleando por conseguirlo. Y tal vez por eso puedo avisar más de los fallos, ya que a menudo son los que me ocurren a mi.
La otra cosa importante a parte del grosor, son las manchas de negro. Se le llama mancha de negro a las zonas en las que hay mucha tinta. Es decir, una sombra, la camiseta de un personaje que "pintas" de negro con la tinta sin esperar al color...
Hay que saber darle la intensidad adecuada a las manchas de negro. Ni demasiadas, ni demasiado pocas. Aunque esto también es relativo. Porque las manchas de negro, al igual que el grosor de línea, sirve para separar términos (con "términos" hablamos de "distancias". Cerca, lejos...ya sabéis) pero a lo mejor resulta que tu cómic va en color. Pues no sería nada malo que la tinta de tu cómic pareciese un coloreable en el que no hay ni una mancha de tinta. En las páginas se verá todo mezclado y no se entenderá nada. Pero al colocarle el color, todasl las figuras y términos quedarán bien definidas cuando el lector lea el cómic. Y realmente es ahí cuando importa.
Por último, también está el tema de con QUE entintar. ¿Qué marca de tinta? ¿plumilla o pincel? ¿rotuladores calibrados? ¿con carga de tinta o deshechables? La verdad es que no hay una respuesta acertada. Así que lo mejor es experimentar y, como siempre, divertíos experimentando mientras buscáis vuestro sistema.
Lo que si que puedo aconsejar es que nadie se agobie demasiado con la intensidad del negro de la tinta. Yo acabo cometiendo el error de entintar a mano alzada cosas que he dibujado con escuadra y cartabón y deberían entintarse con escuadra y cartabón para que queden bien ¿el motivo? pues que con la plumilla no puedo utilizar la regla y no utilizo los rotuladores calibrados por la manía de que no me gusta que el color negro de éstos no se ve realmente negro. Pero en verdad esto es una tontería, porque hoy en día, al escanearlo, calibras los niveles con Photoshop y las líneas negras que no fuesen absolutamente negras se pueden ajustar para conseguir ese color negro puro que es el que queda bien.
Solo espero que a los que no hayan experimentado nunca con el mundo de la tinta les sirva esto para empezar y para evitar esos fallos que tengo aún hoy día y de los que me he ido dando cuenta poco a poco de como solucionarlos (en mi próximo entintado se verá. A ver que sale) y que los amantes del cómic que se limitan a su lectura y disfrutarlo sepa apreciar un poco más la figura del entintador, siempre tan sacrificada y llevada a un segundo puesto por detrás del dibujante con una opinión general que la relega a calcador.
Solo me queda desearos buena semana. ¡Disfrutad!
Un saludo...de Toni Kudo...