En Ivrea hay alguien con buen ojo. Y no sólo con buen ojo, sino con un ojo que no tiene miedo a ser diferente, arriesgado, políticamente incorrecto o a que lo miren mal.
La semana pasada hablábamos de “Sundome”, una apuesta sexual algo extravagante cuyo primer número promete bastante. Y esta misma semana, Ramen para dos anunciaba la noticia de que “Mirai Nikki” por fin sería publicada después de los retrasos ocasionados porque la editorial Kodakawa no aprobaba la portada propuesta por Ivrea hasta que ésta fue corregida haciéndola prácticamente un calco de la original japonesa con sutíles diferencias.
Mirai Nikki no es una serie muy extensa. Apenas 12 volúmenes. Una cantidad respetable pero que por suerte se aleja de esos mangas interminables y de la proeza que resulta terminar la colección entera. Echándole un vistazo a los primeros episodios, podemos comprobar que tiene el aspecto de típico Shonen de batallas, con un estilo de dibujo vistoso y un poco clásico dentro del género. No tiene demasiado argumento, y aún así entre sus páginas nos esperan momentos impactantes, emocionantes y, ante todo, personajes muy diversos con un carácter muy marcado, con algunos de ellos sin ningún reparo a la hora de despedazar, arrancar partes del cuerpo, reventar a base de explosivos o de hacer alianzas para romperlas en cualquier momento con sus enemigos.
Los personajes van cogiendo forma a lo largo de la serie. Pero el valor principal de esta reside en las batallas y en las estrategias para engañar al rival, cada uno con su respectivo “Diario del Futuro”, unida a la acción.
Amano Yukiteru, el protagonista de la historia, es un chaval muy introvertido cuyo principal entretenimiento es escribir a todas horas un diario personal a base de textos cortos en su teléfono móvil. Sin destripar mucho la trama, solo añadiré que gracias a eso, su diario será convertido en un Diario del Futuro que anticipa lo que escribirá en los próximos 90 días y que se ve involucrado en una competición en la que tendrá que matar a los 11 participantes restantes para ganar…y sobrevivir.
No se trata de un Seinen, sino de un Shonen, pero la verdad es que en ocasiones nos presentan situaciones algo gores o extremas, pero la juventud de sus protagonistas principales y su diseño (unido al estilo de dibujo) se encarga de suavizar este efecto sangriento que por otra parte no es utilizado de forma gratuita en todos los episodios, únicamente cuando resulta necesario e impactante. Como hemos dicho, la premisa principal de este manga son las batallas mentales y la acción. No la sangre ocasionada por ellas. Por otra parte, el desequilibrio mental que tienen algunos personajes nos dejará más de una vez alucinados y con la boca abierta.
Al leerlo y comparar fechas, concepto original y ciertas situaciones estratégicas que se dan a lo largo de la historia, no puedo evitar esa sensación de que Mirai Nikki tiene una fuerte influencia/inspiración en Death Note. Aunque el resultado final no se parece en nada.
Mirai Nikki es, ante todo, una obra para deleite y disfrute de todos aquellos a los que les guste un buen manga de acción y haréis bien en darle una oportunidad. Lo que es seguro es que, si lo hacéis, ya no volveréis a ver vuestros diarios o móviles de la misma mnera. Como siempre…
¡Disfrutad!
Un saludo....de Toni Kudo!