domingo, 10 de junio de 2012

Mirai Nikki



En Ivrea hay alguien con buen ojo. Y no sólo con buen ojo, sino con un ojo que no tiene miedo a ser diferente, arriesgado, políticamente incorrecto o a que lo miren mal.
La semana pasada hablábamos de “Sundome”, una apuesta sexual algo extravagante cuyo primer número promete bastante. Y esta misma semana, Ramen para dos anunciaba la noticia de que “Mirai Nikki” por fin sería publicada después de los retrasos ocasionados porque la editorial Kodakawa no aprobaba la portada propuesta por Ivrea hasta que ésta fue corregida haciéndola prácticamente un calco de la original japonesa con sutíles diferencias.
Mirai Nikki no es una serie muy extensa. Apenas 12 volúmenes. Una cantidad respetable pero que por suerte se aleja de esos mangas interminables y de la proeza que resulta terminar la colección entera. Echándole un vistazo a los primeros episodios, podemos comprobar que tiene el aspecto de típico Shonen de batallas, con un estilo de dibujo vistoso y un poco clásico dentro del género. No tiene demasiado argumento, y aún así entre sus páginas nos esperan momentos impactantes, emocionantes y, ante todo, personajes muy diversos con un carácter muy marcado, con algunos de ellos sin ningún reparo a la hora de despedazar, arrancar partes del cuerpo, reventar a base de explosivos o de hacer alianzas para romperlas en cualquier momento con sus enemigos.
Los personajes van cogiendo forma a lo largo de la serie. Pero el valor principal de esta reside en las batallas y en las estrategias para engañar al rival, cada uno con su respectivo “Diario del Futuro”, unida a la acción.
Amano Yukiteru, el protagonista de la historia, es un chaval muy introvertido cuyo principal entretenimiento es escribir a todas horas un diario personal a base de textos cortos en su teléfono móvil. Sin destripar mucho la trama, solo añadiré que gracias a eso, su diario será convertido en un Diario del Futuro que anticipa lo que escribirá en los próximos 90 días y que se ve involucrado en una competición en la que tendrá que matar a los 11 participantes restantes para ganar…y sobrevivir.
No se trata de un Seinen, sino de un Shonen, pero la verdad es que en ocasiones nos presentan situaciones algo gores o extremas, pero la juventud de sus protagonistas principales y su diseño (unido al estilo de dibujo) se encarga de suavizar este efecto sangriento que por otra parte no es utilizado de forma gratuita en todos los episodios, únicamente cuando resulta necesario e impactante. Como hemos dicho, la premisa principal de este manga son las batallas mentales y la acción. No la sangre ocasionada por ellas. Por otra parte, el desequilibrio mental que tienen algunos personajes nos dejará más de una vez alucinados y con la boca abierta. 
Al leerlo y comparar fechas, concepto original y ciertas situaciones estratégicas que se dan a lo largo de la historia, no puedo evitar esa sensación de que Mirai Nikki tiene una fuerte influencia/inspiración en Death Note. Aunque el resultado final no se parece en nada.
Mirai Nikki es, ante todo, una obra para deleite y disfrute de todos aquellos a los que les guste un buen manga de acción y haréis bien en darle una oportunidad. Lo que es seguro es que, si lo hacéis, ya no volveréis a ver vuestros diarios o móviles de la misma mnera. Como siempre…
¡Disfrutad!
Un saludo....de Toni Kudo!




lunes, 4 de junio de 2012

"Sundome". Sexo sin sexo, humor y empalmes mil.



“Cualquier cosa se vende mejor si le añadís sexo, humor o ambas cosas”. Cuando estábamos en primero de ilustración, el profesor nos soltó esta verdad como un puño en una de sus explicaciones. Con “sexo”, la expresión no se refiere a imágenes explícitas. Pero por algún motivo en los 90 tantas mujeres ligeras de ropa posaron al lado de tantos coches para su promoción.

Sundome, manga publicado recientemente, es una arriesgada apuesta de Ivrea que cumple con esta premisa a la perfección. Llama mucho la atención al hojear sus páginas a causa de esa mezcla de estilos que lo caracteriza: Es erótico, pero no es hentai. Tiene humor, pero no humor típico al uso. La narrativa lo hace escalofriante a su manera en algunas escenas, pero sin que ello afecte tanto como para clasificarlo como manga de intriga.

Habiendo leído el primer tomo, si que es cierto que se las prometía más extravagante al hojear sus páginas que después de leerlo, ya que los tres primeros episodios son un no parar de altibajos y situaciones nuevas que no estamos acostumbrados a leer en un manga tradicional y parece que después se normaliza un poco, bien sea porque son episodios más suaves en comparación con los tres primeros o bien sea porque nos acostumbramos al estilo de la obra. Aún así, estos personajes que se pasan el día entre empalme y empalme no tienen desperdicio. Y es que en japonés “Sundome” significa “el momento antes de correrse”.



Así es. El mundo de Hideo Aiba cambia cuando Kurumi Sahana es trasladada a su instituto. Esta nueva chica que llama su atención desde el primer momento entablará una enfermiza en parte aunque profunda amistad con Hideo en la que será su juguete personal y, aún así, crecerá superándose a si mismo por y gracias a ella. En el fondo no deja de ser una historia de amor al uso típica de manga japonés de instituto en la que el protagonista va madurando en un aspecto u otro gracias al amor puro y virginal que siente por su amada. Aunque tal vez sea la primera vez que veamos como la chica le dice a la cara al protagonista “Aunque fuéramos los dos únicos habitantes de la tierra, nunca tendría sexo contigo. Por más que llores y supliques, nunca dejaré que te corras”. Queda claro que en este manga nada es lo que parece cuando esta cita que viene en la contraportada del tomo es recibida de forma positiva por el protagonista que no piensa en otra cosa que cepillarse a esta chica que no para de provocarlo sexualmente y lo deja en continuo Sundome.

Os he explicado lo más básico de lo básico porque tiene algunos puntos geniales que deberían descubrirse por uno mismo sin dejar que te os lo cuenten. Es un manga con grandes y originales dosis de humor que en Japón lleva 8 tomos recopilatorios. Da la sensación de que es una de esas obras que será más grande si no se estira demasiado, porque al tener una premisa tan marcada corre el peligro de volverse repetitivo. Kazuto Okada, su autor, ha conseguido sorprender e impactar con este primer volumen en el que se presentan situaciones muy originales y divertidas con momentos en los que nos partiremos de risa intercalados con momentos en los que no respiraremos y otros en los que, sencillamente, los lectores masculinos temeremos por nuestras entrepiernas poniéndonos en la piel de Hideo ¿Conseguirá el autor seguir sorprendiéndonos durante toda la obra? Solo hay una manera de averiguarlo.

Si le dais una oportunidad…

¡Disfrutad!
Un saludo…de Toni Kudo.